domingo, 21 de febrero de 2010

finalmente semi establecida

Después de 638 km y doce horas de viaje, Wellington no recibió un buen puntaje de mi parte. Creo que todo empezó cuando nos encontramos con que la ciudad estaba llena y los hostels estaban al taco. Cuando finalmente encontramos un hostel que tenia lugar nos abalanzamos y dijimos dos noches en vez del típico “esta noche si, mañana vemos” y cuando llegamos al cuarto nos dimos cuenta por qué tenia lugar: medía dos metros por dos metros y medio, tenia dos cuchetas en ele y en el mini espacio libre había una silla. 5. Dejamos nuestras cosas y nos fuimos a caminar y nos percatamos que era cierto lo del clima: frío, viento (casi patagónico) y lluvia. Para los que me conocen un poquito sabrán que la combinación lluvia-ciudad no es de mis favoritas, pero aparte de eso no nos sentimos cómodas caminando por la calle, cosa que en Auckland no había sido un problema. Esa noche bajamos al “bar” y lo pongo entre comillas porque de bar veíamos las butacas y los sillones; la barra estaba cerrada. Ahí conocimos a dos kiwis y fuimos al centro a bailar pero no hay caso, extrañamos el reggaeton y no sabemos bailar esta música. Seguiremos practicando.



Cuando volvimos al cuarto nos encontramos con un chino que estaba viendo lo que suponemos era pornografía. El tipo estuvo despierto desde las diez de la noche hasta las tres de la tarde del día siguiente, siempre con la mini tele prendida y con comida y bebida alrededor. El jueves nos fuimos a caminar un rato bajo la lluvia y nos hicimos wwoofers. Acá en NZ la conciencia ecológica es algo re importante así que, aparte de reciclar y ahorrar lo más posible, la comida orgánica es un boom. En las granjas orgánicas lo que hacen es contratar gente durante unas horas a cambio de hospedaje. Eso es wwoof (working worldwide on organic farms). Ahora tenemos que conseguir una granja que tenga lugar. Igual la prioridad número uno es conseguir trabajo.


El viernes nos tomamos el ferry y abandonamos Wellington rumbo a Picton. Es un viaje de 3 horas por unos lugares espectaculares a lo que se le sumó la presencia de unos delfines oscuros que nadaban al lado del barco.

Picton en muy lindo. Es un pueblito entre montañas que da sobre el mar, donde parece que cada uno tiene su propio barquito para salir a recorrer los fiordos. En este lugar sigue siendo verano (no como en Wellington) así que nos fuimos a una playita y tratamos de emparejar la quemazón que nos pegamos en el ferry (mitad derecha de la cara color bordeaux y la otra blanca).

Desde Picton nos tomamos un bondi al Motueka y ya tenemos casa por los próximos 7 días!!!! La idea es quedarnos acá hasta conseguir trabajo y mientras tanto limpiamos en el hostel y nos dan alojamiento en una camper. Es una alegría poder desarmar la mochila y poder ir al super a comprar cosas para varios días!! (no quiero ver una hamburguesa, pizza o sándwich por al menos una semana!).

Cuando consiga trabajo les chiflo. Si no, les aviso cuando vuelvo porque me gaste todo jeje!!




1 comentario:

  1. naaaa, ese es el Kiwi Reidor!! Nosotros tambien paramos una seman ahi cuando estuvimos en motueka!
    heheh

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